sábado, 14 de marzo de 2009

4 comentarios:

johana suarez dijo...

El periodo de adaptación es "el camino o proceso mediante el cual el individuo va elaborando desde el punto de vista de los sentimientos, la pérdida y la ganancia que le supone la separación, hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la misma”


Para realizar este "logro" se necesita, entre otras cosas, tiempo, su tiempo concreto. Hay que tener en cuenta que todos son iguales, por lo tanto la adaptación de unos y de otros también será distinta. Debemos evitar comparaciones, esto no beneficiaría a nadie.


"existe una complementariedad y antagonismo entre las dos misiones [de la

Universidad], adaptarse a la sociedad y adaptar la sociedad a sí misma: la una se

refiere a la otra en una retroalimentación circular que debería ser productiva. No

se trata sólo de modernizar a la cultura: se trata también de culturizar a la

modernidad".

La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente agradable, pues implica esfuerzo.

¿Por qué es un valor la responsabilidad? Porque gracias ella podemos convivir pacíficamente en la familia, escuela y sociedad. La responsabilidad empieza con nosotros mismos, con lo que hacemos, con lo que creemos, con lo que pensamos, con los compromisos y metas que nos marcamos; cumplir o no con éstos nos permite aprender que hay cosas y situaciones que sólo dependen de nosotros.



Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son la base de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de las relaciones personales. La responsabilidad es valiosa, porque es difícil de alcanzar.


El primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de que todo lo que hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia, depende de nosotros mismos, porque nosotros somos quienes decidimos.

El segundo paso es lograr de manera estable, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas; si prometemos “hacer lo correcto” y no lo hacemos, entonces no tenemos responsabilidad.

El tercer paso es educar la responsabilidad e ir corrigiendo lo que no hacemos bien y volver a empezar.

Sin embargo, estar conscientes de qué es la responsabilidad no es algo sencillo, debemos de revisar cada uno de nuestros actos para ver si cumplimos con nuestros deberes o tareas día a día. La responsabilidad es la obligación de cumplir con lo que se ha comprometido.



La responsabilidad tiene un efecto directo con otro valor fundamental: la confianza, porque confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra confianza y lealtad en aquellos que de manera comprometida cumplen con lo que han prometido.



La Responsabilidad y la conciencia son inseparables: no existe verdadera conciencia sin responsabilidad y viceversa, no existe responsabilidad sin conciencia.

De modo que, si la evolución tiende, como parece, hacia estados de una mayor conciencia, debemos esperar un crecimiento análogo de nuestra responsabilidad. Este crecimiento, sin embargo, no puede realizarse sin una participación activa y constante de parte de quién desea alcanzar metas superiores.


Nos parece importante proponer una ampliación de nuestro actual horizonte "ético". La conciencia y la responsabilidad pueden extenderse también en áreas mucho más amplias de aquellas que normalmente consideramos.



Quizás por un aspecto sociológico los seres humanos y la sociedad en general, tendemos a etiquetar ciertas acciones y grupos; seguramente por el gran sentido normativo y clasificatorio de orden racional que se ha expresado en la historia del conocimiento y que sirve para identificar e individualizar en mejor medida los distintos actores y acciones que van transitando en el acontecer de la humanidad.


Muchas veces, estas etiquetas o nombres, traslucen un dejo de discriminación,

Más aún cuando son impuestos y no nacen del sentido de pertenencia del

grupo que se define, sino que obedece a la necesidad de resaltar aquello que

para algunos es característico e individualizado, pero que no necesariamente,

es sentido ni interpreta a dicho grupo.

johana suarez dijo...

El periodo de adaptación es "el camino o proceso mediante el cual el individuo va elaborando desde el punto de vista de los sentimientos, la pérdida y la ganancia que le supone la separación, hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la misma”


Para realizar este "logro" se necesita, entre otras cosas, tiempo, su tiempo concreto. Hay que tener en cuenta que todos son iguales, por lo tanto la adaptación de unos y de otros también será distinta. Debemos evitar comparaciones, esto no beneficiaría a nadie.


"existe una complementariedad y antagonismo entre las dos misiones [de la

Universidad], adaptarse a la sociedad y adaptar la sociedad a sí misma: la una se

refiere a la otra en una retroalimentación circular que debería ser productiva. No

se trata sólo de modernizar a la cultura: se trata también de culturizar a la

modernidad".

La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente agradable, pues implica esfuerzo.

¿Por qué es un valor la responsabilidad? Porque gracias ella podemos convivir pacíficamente en la familia, escuela y sociedad. La responsabilidad empieza con nosotros mismos, con lo que hacemos, con lo que creemos, con lo que pensamos, con los compromisos y metas que nos marcamos; cumplir o no con éstos nos permite aprender que hay cosas y situaciones que sólo dependen de nosotros.



Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son la base de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de las relaciones personales. La responsabilidad es valiosa, porque es difícil de alcanzar.


El primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de que todo lo que hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia, depende de nosotros mismos, porque nosotros somos quienes decidimos.

El segundo paso es lograr de manera estable, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas; si prometemos “hacer lo correcto” y no lo hacemos, entonces no tenemos responsabilidad.

El tercer paso es educar la responsabilidad e ir corrigiendo lo que no hacemos bien y volver a empezar.

Sin embargo, estar conscientes de qué es la responsabilidad no es algo sencillo, debemos de revisar cada uno de nuestros actos para ver si cumplimos con nuestros deberes o tareas día a día. La responsabilidad es la obligación de cumplir con lo que se ha comprometido.



La responsabilidad tiene un efecto directo con otro valor fundamental: la confianza, porque confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra confianza y lealtad en aquellos que de manera comprometida cumplen con lo que han prometido.



La Responsabilidad y la conciencia son inseparables: no existe verdadera conciencia sin responsabilidad y viceversa, no existe responsabilidad sin conciencia.

De modo que, si la evolución tiende, como parece, hacia estados de una mayor conciencia, debemos esperar un crecimiento análogo de nuestra responsabilidad. Este crecimiento, sin embargo, no puede realizarse sin una participación activa y constante de parte de quién desea alcanzar metas superiores.


Nos parece importante proponer una ampliación de nuestro actual horizonte "ético". La conciencia y la responsabilidad pueden extenderse también en áreas mucho más amplias de aquellas que normalmente consideramos.



Quizás por un aspecto sociológico los seres humanos y la sociedad en general, tendemos a etiquetar ciertas acciones y grupos; seguramente por el gran sentido normativo y clasificatorio de orden racional que se ha expresado en la historia del conocimiento y que sirve para identificar e individualizar en mejor medida los distintos actores y acciones que van transitando en el acontecer de la humanidad.


Muchas veces, estas etiquetas o nombres, traslucen un dejo de discriminación,

Más aún cuando son impuestos y no nacen del sentido de pertenencia del

grupo que se define, sino que obedece a la necesidad de resaltar aquello que

para algunos es característico e individualizado, pero que no necesariamente,

es sentido ni interpreta a dicho grupo.

juan miguel avilan dijo...

Me parece importante proponer una ampliacion de nuestro actual horizonte ¨etico¨.La conciencia y la responsabilidad pueden extenderse tambien en areas mucho mas amplias de aquellas que normalmente consideramos.
Quizas por un aspecto sociologico los seres humanos y la sociedad en general, tendemos a etiquetar ciertas acciones y grupos;seguramente por el gran sentido normativo y clasificatorio de orden racional que se ha expresado en la historia del conocimiento y que sirve para identificar e individualizar en mejor medida los distintos actores y acciones que van transitando en el acontecer de la humanidad.
Muchas veces, estas etiquetas o nombres, traslucen un dejo de discriminacion, mas aun cuando son impuestos y no nacen del sentido de pertenencia del grupo que se define,sino que obedece a la necesidad de resaltar aquello que para algunos es caracteristico e individualizado, pero que necesariamente, es sentido ni interpreta dicho grupo.

miguel anguel avilan dijo...

Otro elemento que merece la pena resaltar, es la referencia explicita a que el entorno o nucleo del proceso de adaptacion, asi como de su resolucion tiene que ver con los sentimientos, es decir, con el mundo interno.A mi juicio, esta distincion es muy importante para distinguir y detectar algunas personas que podriamos decir que han hecho un procesos de resignacion, en lugar de adaptacion: son personas cuya conducta externa pararece expresar conformidad.